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amigocarne

Otoñal.

Un edificio puede separar al cielo en dos,
gato de mirada fija que siempre te acompaña,
calambres y calaveras veo en la alfombra.

Te espero con vidrios en los ojos,
siempre y cuando me vengas a ver,
los lentes empañados estarían ahí,
como la última lluvia de invierno que vimos caer.

Revoloteos ardientes de insomnio,
revuelcos, pesadillas y sueño
en la insomnia.

Entonces me atraganto en Sol,
veo de vuelta un otoño eterno,
madrugadas frías respirando agua,
el viento te azota y levanta,
parabrisas con hojas; rojas, amarillas y cafés,
manos tomadas sin sudor.

Escribiré una historia en mi cabeza,
llena de accidentes, donde el océano es el escenario
y todos salen sonrientes.

Todos volvemos al mismo lugar,
una mirada oscura que ya no puedo recordar.

El olor en mis manos desatadas,
el sueño terrible que no deja descansar,
escondites con tu nombre en cada esquina y lugar.

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