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amigocarne

Playa Primavera.

Quiero encogerme como un viejo. Postrado en una silla, calavérico, rodeado de gente que me quiere matar con una almohada. Sentado a los pies de la mañana a contemplar nada, una playa que no existe, escupir tabaco negro y respirar bien.

Verte en la palma de mi mano como un tren en mi niñez. Rostros en los pasillos que no se quieren ver y figuras incandescentes sentado en la parte trasera del auto. Mi cama como una antena o un radar. De delirios nocturnos, sobre: abrazos, notas en el antebrazo, llantos que derrumban paredes. La casa ardiendo en demonios.

El cuerpo pide espasmos en su vientre, atrapado como una mosca en sus piernas de telaraña, amarrado a sus brazos de plomo sobre mi espalda ancha. Trafico en mis oídos que es el mar. Cuando puta voy a pararme con ojos atómicos mirando la tormenta y decir la verdad. Que es más verdad para mí que para ti.

Déjame escupir fetos y sentarme a escuchar como amaneces, despertarme y pelear intimas batallas en ladridos de perros cubiertos de apariciones fantasmagóricas (esas que te hacen girar el cráneo) en el patio de la casa. Escaramuzas tapizadas de barcos, submarinos y aviones de papel donde camuflado me puedes encontrar espiándote como un ciervo a punto de ser cazado. La verdad es que estoy cansado de ser hijo de cualquiera.

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