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amigocarne

Pajaritos.

Son casi doce horas de sueño en donde se le aparecen fantasmas con rostros conocidos, revoloteando como polillas, rozando su cuerpo astral que mientras duerme lo ponen duro. En el momento en el que se olvida se da cuenta: “solo si pierdes toda esperanza y fe y te conviertes en una maleza más junto al camino estás listo para ser recogido y viajar“. Se fundió en el entorno, se fusionó  con los matorrales moviéndose a toda velocidad. Se confundió con la nieve en la montaña tocando el celeste cielo.

Visionario a tus visiones a tus iluminaciones al borde del camino. A ver despierto o con ojos cerrados hechos inverosímiles que puede jurar que van a pasar. Iluminaciones del universo en expansión, de la radiación espacial, del fuego inmortal, de la Interzona y el doctor Benway.

Pajaritos cazando mosquitos. Ángeles en el cielo volando como cazas en la segunda guerra mundial, maniobrando velozmente esquivándose los unos a los otros. Cayendo en picada al paso sin retorno (en la Carretera Amanecer) que lo lleva a transmutarla como haría un alquimista. Como hace él para tener su mano en su mano. Las manos en la mañana. Frío primaveral. Verano hiperespacial.

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