Blogia
amigocarne

Escafandrico.

Escafandrico.

No escribo
Desde la última vez que escribo.
Desde haber vomitado furtivamente en la calle
y haberme bajado en la micro para eso
y haberme manchado los zapatos.
De haber susurrado al oído
cortésmente maldiciones
sin ningún garabato entremedio
pero todos incluidos.
Llego a mi casa con dos cuerpos encima
cabellos en mis pestañas.
Estuve en la cama
como enfermo terminal
completando como crucigramas
todos los sucesos ocurridos
incluso
en los que no fui participé.
Vi muchas bocas
con muchas luces
conjugadas en sonrisas.
Y aprovecho de mirarlos a todos cuando no me están mirando
es raro también cuando te pronuncias y te ríes
o no continuas con las conversaciones
tal vez por que de repente
insulto a todos, sin siquiera
entrar en cuenta en el momento.
La cordillera en cambio, nevada
nunca se calla
y los sueños de terciopelo
aventuras propaganda y
naves espaciales
jamás se terminan.
Hablamos en todo momento.
La nube voladora sobre mis hombros
siempre sigue ahí.
Aunque, supongo que, es un problema
porque me deposito
altero todo
lo desordeno.
Mis energías vibrantes se sienten
en un lugar específico.
Poca gente quiere tantos problemas.

0 comentarios